Los dos Gobiernos coincidieron en que la crisis en ese país requiere una mayor cooperación internacional para el desarrollo, asistencia humanitaria y seguridad, de acuerdo con una información de la cancillería local.
Reconocieron que restablecer el equilibrio en Puerto Príncipe “reducirá la carga desproporcionada sobre República Dominicana, su único vecino terrestre, incluyendo las tensiones sociales y la presión presupuestaria que se generan en los servicios sociales dominicanos”.
Se mostraron de acuerdo, además, en que Dominicana colabora con las solicitudes de las autoridades de ese vecino país para consolidar la seguridad, facilitar el acceso a bienes estratégicos como el combustible y apoyar la seguridad del personal diplomático.
El comunicado fue emitido después de que el Gobierno del presidente Luis Abinader negó el 16 de junio pasado que haya autorizado a Canadá la instalación de una oficina aquí para ayudar a la policía haitiana.
El vocero de la Presidencia y director de Estrategia y Comunicación Gubernamental, Homero Figueroa, aseguró en sus redes sociales que Santo Domingo “no aceptó ni aceptará ninguna iniciativa que afecte la soberanía nacional”.
De igual manera, el canciller Roberto Álvarez confirmó que el Ejecutivo no concedió autorización alguna para la instalación de una oficina con el objetivo de apoyar a la Policía Nacional Haitiana, como indicó una nota de un medio canadiense.
Según informaciones reproducidas por la prensa local, Canadá anunció a través de su canciller, Melanie Joly, el lanzamiento de un nuevo centro para organizar la asistencia de seguridad internacional a Haití.
El primer ministro haitiano, Ariel Henry, y el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, pidieron hace varios meses una nueva misión internacional para la estabilización de esa nación, golpeada por la violencia de las pandillas y la crisis política, pero hasta el momento esa idea no se ha concretado.
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