De acuerdo con reportes de prensa, en la visita del representante del presidente Emmanuel Macron no apareció ningún tercer candidato ni una nueva iniciativa y las cosas están lejos de resolverse.
En este sentido, expertos consideraron que el excanciller dedicó sus reuniones a escuchar sin dar pasos avanzados y a la espera del informe que preparará, no es posible determinar la forma del próximo movimiento francés y su tiempo.
A su llegada el miércoles, Le Drian sostuvo encuentro con las máximas autoridades libaneses como el titular del Parlamento, Nabih Berri; el primer ministro interino, Najib Mikati; y el patriarca maronita Mar Beshara Boutros Al-Rahi.
En su agenda no faltó el diálogo con el candidato Suleiman Franjieh, jefe del Movimiento Marada, ni con Hizbulah, ni el bloque parlamentario Lealtad a la Resistencia.
Acompañado por la embajadora de París aquí, Anne Grillo, el diplomático discutió el escenario electoral con los principales partidos cristianos como la Corriente Patriótica Libre, el Kataeb y la ultraderecha Fuerzas Libanesas.
En este sentido, se reunió con el comandante de las Fuerzas Armadas, general Joseph Aoun; así como con el jefe del Partido Socialista Progresista, Walid Jumblatt; además de con representantes de otros bloques, funcionarios y diputados independientes.
Según sus declaraciones a los medios, la gira por suelo libanés tiene como propósito realizar un reconocimiento, hacer preguntas a las diversas fuerzas y escuchar respuestas y diversas proposiciones.
En este sentido, Le Drian actualizó sobre sus contactos en suelo nacional a los embajadores de Egipto, Arabia Saudita, Qatar y los Estados Unidos, quienes pidieron la elección de un presidente sin demora.
Ante este panorama, el jefe adjunto del Consejo Ejecutivo de Hizbulah, Ali Damoush, indicó que la crisis actual en el país no puede resolverse mediante la terquedad y la imposición de condiciones, sino por la vía del diálogo interno y el entendimiento nacional.
El representante de la Resistencia islámica libanesa subrayó que algunos en Líbano esperan órdenes externas para llegar a un acuerdo, mientras la apuesta por el entendimiento debe ser con voluntad y convicción interna.
Desde el pasado 29 de septiembre, el Parlamento Líbano intenta elegir al nuevo representante de la comunidad cristiana maronita en desempeñar el cargo de jefe de Estado para suceder a Michel Aoun, que finalizó su mandato el 31 de octubre.
El país levantino sortea los obstáculos del cuarto vacío de poder después de la independencia, en medio del agravamiento de la crisis económica, sin consenso político y bajo un gobierno interino.
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