Así lo indicó el director del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred), Álvaro Hormazábal, al referirse a la situación creada por un sistema frontal que ingresó la semana anterior al territorio nacional.
La caída de las lluvias en la parte alta de la Cordillera de los Andes, donde usualmente hay nevadas, provocó el crecimiento de los ríos que se desbordaron en varios puntos y derribaron o dañaron viviendas y puentes en carreteras o vías férreas.
“En el contexto del evento meteorológico, debemos indicar que hasta la mañana de este lunes, lamentablemente se reportan dos personas fallecidas, tres desaparecidas, cuatro mil 272 damnificados, mil 699 albergados y nueve mil 610 aisladas”, dijo Hormazábal.
La contingencia climática provocó la destrucción total de 59 viviendas, daños mayores en mil 28 y dos mil 607 resultaron con afectaciones de menor grado.
Todavía hay varios poblados inundados, donde sus habitantes tratan de sacar el lodo de las casas antes de que se endurezca.
En el norte de la Región de Bío Bío hay una docena de comunas mapuche aisladas por la crecida del río homónimo y el Queuco, que arrastraron balsas, vehículos y puentes.
El Senapred informó que se mantienen nueve alertas rojas, cinco amarillas y cuatro tempranas preventivas y hay ocho mil 500 hogares sin servicio de energía eléctrica.
El Servicio Meteorológico de Chile anunció que el próximo miércoles ingresará un nuevo sistema frontal y se proyecta otro más para el viernes.
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