Según el reporte del Centro de Análisis e Investigación en Derechos Humanos, la cifra de asesinatos de supuestos integrantes de grupos armados continúa en ascenso, y solo en el departamento Oeste, donde se enclava esta capital, 155 personas fueron ejecutadas.
Además, otras 24 fueron aniquiladas en el departamento Artibonite, 12 en Grand Anse, cinco en Centro, dos en Noreste, uno en Sur e igual número en Norte y Sureste, en un movimiento ya alcanzó a ocho de las 10 provincias del país.
Bwa Kale nació en un momento crítico, cuando las bandas armadas atacaban sin control escuelas, instituciones públicas y privadas, así como barrios residenciales, al tiempo que se disparó la cifra de asesinatos y secuestros, ante la incapacidad de la Policía de hacerles frente.
Además del movimiento, al interior de los barrios los residentes se organizaron y fundaron las llamadas brigadas de autodefensa para proteger las zonas de incursiones de grupos armados. Para el antropólogo y director del Centro Nacional de Investigaciones Científicas, Laënnec Hurbon, la iniciativa constituye un repunte de la población, que quisiera ayudar a la policía a encontrar y confrontar a los bandidos.
“El Estado ya no es la institución, que se ocupa de la seguridad y el respeto mutuo. La gente está sola. Ella no tiene los medios para entender la relación entre los seres humanos. Haití parece estar alejándose del estado de derecho”, dijo el estudioso al diario Liberation.
Por su parte, el primer ministro, Ariel Henry, que se pronunció solo una vez sobre el tema, llamó a la calma y recordó que Haití eligió la democracia como modelo de Gobierno.
“La inseguridad en la que vivimos es repugnante. Comprendemos que el pueblo debe reanudar sus actividades, pero no dejemos que los malos planes nos hagan jugar a juegos sórdidos”, dijo Henry durante un discurso a inicios de mayo.
No obstante, el movimiento continuó y remitió la cifra de secuestros, al tiempo que la Policía comenzó a recuperar zonas que estaban bajo el control de las bandas.
Mientras para algunos Bwa Kale constituye un éxito, otros alertan que puede constituir el inicio de una nueva ola de violencia en el país caribeño.
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