Figura icónica de la compañía Abu Salim al-Tabl, Homsi falleció a los 86 años y en su carrera destacan roles protagónicos en más de 15 películas y en alrededor de 70 obras teatrales; además de alcanzar mil 700 horas televisivas y tres mil episodios en la radio.
El artista inmortalizó el personaje de Asaad (el dormido) que sembró sonrisas y carcajadas en los rostros de los libaneses, para ilustrar la lista de los grandes comediantes de la cultura árabe.
Nacido en la norteña ciudad de Trípoli, Homsi apareció ante los espectadores con el carácter del aldeano que llegó a la ciudad ignorante de sus modernas tecnologías y desarrollo.
En 1960, estableció el Conjunto de Artes Populares para mostrar el talento de los jóvenes e hizo del Teatro de la Asociación Cultural en Trípoli su casa principal para compartir obras y experiencias.
Sus actuaciones merecieron la aclamación del público y el respaldo de la crítica en diversos festivales internacionales, los más importantes los celebrados en suelo libanés como Trípoli y Baalbek.
Alejado en los últimos años de la escena por el deterioro de salud, la muerte de Homsi sorprendió a los libaneses y desde las redes sociales los mensajes de condolencias elogiaron su estilo popular, sencillo y los personajes cercanos a la realidad de la nación.
oda/yma