El equipo internacional de investigadores de las Universidades de San Luis en Argentina y la Universidad de Lancaster en Reino Unido utilizó imágenes satelitales y observaciones de campo durante las últimas cuatro décadas, así como modelos estadísticos y simulaciones hidrológicas, para identificar tendencias de inundaciones y aguas subterráneas.
Revelaron evidencia sin precedentes sobre cómo los cambios sutiles pero generalizados en la cobertura terrestre por parte de los humanos pueden transformar el ciclo del agua en grandes áreas.
De acuerdo con los expertos, la pérdida de vegetación nativa de raíces profundas y la disminución de la evapotranspiración debido a la rápida expansión agrícola en las llanuras suramericanas han llevado a una escasa profundidad de las capas freáticas y al incremento de las inundaciones en toda la región.
El aumento de la demanda mundial de cereales está llevando a la rápida conversión de amplias franjas de pastizales y bosques nativos de América del Sur en tierras agrícolas.
Pese a que estos paisajes sedimentarios llanos albergan algunos de los suelos más productivos de la Tierra, su hidrología es particularmente sensible a las alteraciones en el equilibrio hídrico introducidos por los cambios en el uso de la tierra y el agua.
Según los investigadores, la extensión y velocidad de la expansión agrícola en la región de las llanuras de América del Sur en los últimos 40 años ofrece un laboratorio natural sin precedentes para evaluar los efectos de la agricultura de secano sobre la hidrología.
Descubrieron que, a medida que los cultivos reemplazaban la vegetación y los pastizales nativos, las inundaciones en la región se hicieron gradualmente más grandes, más expansivas y receptivas a los eventos de precipitación, en especial desde el año 2000.
Además, los hallazgos muestran que la capa freática pasó de profunda (entre 12 y seis metros por debajo de la superficie) a poco profunda (entre cuatro y cero metros) debido a la conversión de tierras agrícolas.
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