Según el político, si el país recibe la asistencia técnica necesaria y se rompen los vínculos entre los gobernantes y los grupos armados, el problema de la inseguridad acabará por resolverse.
En los últimos días crecieron los llamados de desplegar en Haití una fuerza multinacional especializada que apoye a la Policía en el combate de las pandillas, que actualmente controlan prácticamente toda la capital.
La petición más reciente fue la del secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, quien el sábado, desde Puerto Príncipe, recordó que para la nación caribeña cada día cuenta y señaló que la gravedad de la situación exige una atención urgente y sostenida que ponga a las víctimas y a la población civil en el centro de las preocupaciones y prioridades.
“Exhorto al Consejo de Seguridad a autorizar el despliegue inmediato de una fuerza de seguridad internacional robusta que vendría a asistir a la Policía Nacional de Haití en la lucha contra las bandas”, manifestó.
También la subsecretaria de la ONU para Asuntos Políticos y Consolidación de la Paz, Rosemary DiCarlo, aseguró estar más convencida que nunca de la necesidad de apoyar a Haití con una fuerza multinacional robusta que trabaje con la policía haitiana.
Esto es indispensable para estabilizar la situación y despejar el camino hacia una transición democrática, recalcó tras su visita de tres días al país.
El primer ministro, Ariel Henry, solicito en octubre pasado tropas extranjeras que ayuden a contener las pandillas, que entonces habían bloqueado la distribución de combustibles en medio de un rebrote del cólera.
Sin embargo, a lo interno persisten los recelos con la solicitud, y muchos críticos señalan que las pasadas ocupaciones no solucionaron los problemas de la nación.
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