El mandatario, quien tuvo un encuentro con representantes de los medios de difusión belarusos y extranjeros, precisó que ese armamento no se usará si no agreden al país.
Por el contrario, si el enemigo comete una agresión contra Belarús, la respuesta será inmediata, ya los objetivos están definidos, subrayó Lukashenko.
Añadió que esas municiones no se trasladaron por vía terrestre para evitar riesgos, y tanto Rusia como Belarús supervisaron la colocación y el despliegue de las armas nucleares tácticas.
Lukashenko recordó que la decisión tomada por Moscú y Minsk no viola ningún acuerdo internacional, pues las citadas armas no se transfirieron a Belarús y siguen bajo control de las Fuerzas Armadas rusas.
jf/gfa