Massimiliano Giansanti, presidente de la Confederación General de la Agricultura (Confagricoltura), indicó en declaraciones divulgadas por el diario Avvenire, que esa entidad está «satisfecha con la oportunidad de planificar la necesidad de mano de obra estacional en un período de tres años”.
Es comprensible la buena recepción que tuvo la nueva disposición por parte de las entidades de ese importante sector de la economía italiana, si se tiene en cuenta que más del 30,0 por ciento del millón de trabajadores que actualmente laboran en el mismo son extranjeros, apunta la fuente.
Por su parte el ministro de Agricultura, Francesco Lollobrigida, subrayó que “Italia vuelve a la planificación para dar respuestas al mundo empresarial que pide mano de obra, especialmente en el sector agrícola” y al mismo tiempo para hacer frente al tráfico y la explotación vinculados a la contratación ilegal.
Los empleadores demandaban un plan para facilitar la entrada al país de al menos 830 mil inmigrantes, pero finalmente se aceptó el jueves último por el Consejo de ministros la cifra de 452 mil, como parte de la Programación de flujos de entrada legal en Italia de trabajadores extranjeros para el trienio 2023-2025.
De ellos, ascenderán a 136 mil los ingresos en 2023 y en los dos años posteriores se irán incrementado de forma gradual para alcanzar 151 mil en 2024 y hasta 165 mil en 2025.
La demanda es creciente en muchas esferas, como la turística, la del transporte, telecomunicaciones, alimentación, construcción naval e incluso la familiar y sociosanitaria, por lo cual en el texto se ampliaron las categorías profesionales implicadas, incluyendo además a electricistas y plomeros.
Bernabó Bocca, presidente de la Federación de la Asociación Italiana de Hoteles y Turismo (Federalberghi), expresó que “habíamos pedido la adopción de un decreto integrador, y agradecemos el procedimiento simplificado, con la liberación de autorizaciones de trabajo en base a las solicitudes ya presentadas”.
Andrea Zini, titular de la Asociación Nacional de Sindicatos de Empleadores de Trabajo Doméstico (Assindatcolf), manifestó que el decreto aprobado llena un vacío que había desde 2012”.
Sin embargo, solo “para cubrir las necesidades familiares de atención y asistencia doméstica en Italia se necesitan 23 mil extranjeros contratados cada año, como limpiadores y cuidadores, o 69 mil en el trienio», alertó.
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