La propuesta va dirigida a las colecciones etnográficas y al Museo Nacional de la Cerámica, ambos unidos en esta ruta escogida para la producción de la vajilla, desde sus respectivos y plurales contextos culturales e históricos.
El cierre de cada recorrido será en el Museo Nacional de la Cerámica, donde quedará visible la variedad de técnicas y tipologías aplicadas en el panorama de la porcelana cubana.
La ruta denominada “De la cerámica tradicional a la artística” depara una de las andadas esperadas de la familia, la que disfrutará de un verano diferente, de museo en museo, andares por espacios públicos y virtuales, así como, itinerarios temáticos y talleres.
Rutas y Andares se extenderá hasta el 25 de agosto para la disposición de todos los de casa.
El amplio esquema transitará por la vida cotidiana de los habitantes de La Habana de pasados siglos y por viajes a galerías, con el objetivo principal de proclamar la sostenibilidad y el bienestar, guía de la incidencia de este evento en las comunidades.
Dicho programa público, con 23 años de creado, es una estrategia de comunicación participativa porque se nutre de la opinión de cada una de las generaciones, según refirieron especialistas cuando lanzaron la edición de este año.
Otros recorridos son las Rutas Especiales, sección que encierra la Ruta especial de la Quinta de los Molinos, El arte de conservar el patrimonio, El arte en el deporte y el deporte en el arte, además, de El silencio y la esperanza, dedicada al centenario del pintor Servando Cabrera.
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