Nuestra posición, la cual llevaremos a ese foro señalado para el 17 y el 18 de julio, es que no podemos aceptar las relaciones de imposición y condicionamientos impulsadas por Estados Unidos y miembros de la Unión Europea (UE), comentó a Prensa Latina.
La reunión de movimientos sociales, políticos y sindicales sesionará en paralelo a la Cumbre de la UE y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que constituirá una oportunidad de diálogo interregional de promoción de la paz y del desarrollo sostenible.
De acuerdo con Peña, los lazos entre las regiones deben de estar marcados por el multilateralismo y el respeto a la autodeterminación.
Hemos visto desde hace muchos años como Estados Unidos y la UE tratan de imponer su visión con acuerdos y propuestas condicionados, algo inaceptable, subrayó.
En ese sentido, destacó el papel de la Cumbre de los Pueblos de alerta y denuncia para garantizar que la reunión UE-Celac abogue por vínculos de respeto a la independencia de cada nación.
Ya constatamos en días recientes maniobras contra gobiernos progresistas, entre ellos el de Venezuela y su presidente, Nicolás Maduro, incluso con llamados de algunos sectores a la violencia, señaló el coordinador del movimiento que aglutina en suelo belga a colectivos de chilenos, colombianos, ecuatorianos, cubanos y bolivianos.
Peña adelantó que la Cumbre de los Pueblos será también espacio de solidaridad y apoyo a esos gobiernos que no aceptan injerencias e imposiciones.
Asimismo, resaltó que la Coordinadora Latinoamericana de Solidaridad en Bélgica privilegia la manifestación en la calle como herramienta de lucha a favor de la soberanía, la paz y el multilateralismo.
Pensamos que las personas comprometidas con los cambios sociales deben de coincidir en la calle con la población, y esa posición la llevaremos a la Cumbre de los Pueblos, dijo.
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