«(…) Si mantenemos las cosas como están, desaparecemos. Luego, el cambio se impone (…) y lo tenemos que construir entre todos», manifestó Petro, en la cita de Leticia, departamento colombiano de Amazonas.
Al referirse a los países responsables de la crisis climática, señaló que la presión de los pueblos amazónicos «tiene que encaminarse hacia ese derrotero y es ahí donde está el progresismo político y la unidad de los pueblos: transformar ese sistema económico en función de la vida».
Esa, dijo el gobernante, es una revolución de la vida en los tiempos de hoy y la selva amazónica es centro de ese cambio.
Nosotros hemos propuesto cambiar deuda por acción climática, enfatizó Petro al referirse a una de las iniciativas de su gobierno en función de frenar la crisis del clima, uno de los principales problemas que afronta la humanidad.
Recordó que, en este esfuerzo por construir una propuesta común, los compromisos de la COP21 que terminó con la adopción del Acuerdo de París que establece el marco global de lucha contra el cambio climático a partir de 2020, «no se han cumplido».
Lo cual merece una reevaluación desde el punto de vista de los pueblos que se reunieron durante tres días en Leticia para trazar el camino para la Cumbre de Belém, en Brasil, señaló.
El Encuentro Camino a la Cumbre Amazónica buscó asumir compromisos políticos de alto nivel para revertir el deterioro acelerado de la Amazonía y trabajar por su restauración.
De igual manera, pretende acordar una estrategia que garantice la integridad del ecosistema, detener la acción y el uso destructivo de la tierra y evitar que se alcance el punto de no retorno, como respuesta frente a la crisis climática y de biodiversidad.
La cita representa el punto de partida para la creación de una nueva agenda para el Bioma Amazónico basada en la ciencia, el conocimiento ancestral, la inclusión social y la participación de todos los actores que aportarán al diseño e implementación de políticas públicas innovadoras de protección para este importante ecosistema.
El plan estratégico que definen los gobiernos locales y regionales, pueblos indígenas representados en sus autoridades, sector privado, institutos de investigación, científicos, universidades, sociedad civil y cooperantes internacionales, también busca dignificar a la población propiciando una economía que regenere la selva.
La propuesta en construcción tendrá un planteamiento de financiación para llamar al mundo a concurrir en este tercer pilar climático, y poder alinear posiciones políticas para tener una fuerza negociadora frente a esos instrumentos financieros y el canje de deuda por naturaleza.
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