Tal galardón rinde homenaje a «personalidades nacionales y extranjeras que se han distinguido por sus relevantes contribuciones prestadas a la Ciencia, a la Tecnología y a la Innovación».
Figuraron entre los homenajeados investigadores que tuvieron la condecoración retirada por el entonces mandatario Jair Bolsonaro (2019-2022), en razón de trabajos que contrariaron posiciones del gobierno.
En ese sentido estuvo la reputada doctora Adele Benzaken, despedida del cargo de directora del Departamento de VIH/Sida en el Ministerio de Salud tras publicar una cartilla sobre la prevención de enfermedades para hombres trans.
De igual manera, el infectólogo Marcus Vinícius Guimarães de Lacerda, responsable de uno de los primeros estudios que señalaron la ineficacia de la cloroquina en el tratamiento de la Covid-19.
Tras Bolsonaro retirar la distinción de Benzaken y De Lacerda, otros 21 científicos renunciaron al honor. Según el Palacio del Planalto (sede del Poder Ejecutivo), estos investigadores también recibirán sus medallas.
Según el portal G1, el Gobierno de Lula adoptó, para la ceremonia de este miércoles, un tono de «reparación histórica» en el evento llamado La ciencia ha vuelto.
La estrategia gubernamental es la de hacer un contrapunto a la gestión pasada, que tuvo embates con investigadores y devaluó las universidades públicas.
Para la ministra de Ciencia y Tecnología, Luciana Santos, la solemnidad es un acto de desagravio a los profesionales que fueron «injustamente perseguidos» por el Gobierno de Bolsonaro.
«Es también un acto de desagravio a la ciencia y de reparación histórica a los científicos, profesores, profesoras, médicos, investigadores e investigadoras, brasileños y brasileñas que fueron injustamente perseguidos y amenazados por un gobierno anticiencia y antivida», remarcó.
Lula también concedió la medalla a Ricardo Magnus Osório Galvão, expresidente del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) y actual titular del Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico.
Doctor en física y profesor jubilado de la Universidad de Sao Paulo, Galvão es uno de los científicos más respetados del país y dejó el INPE tras divergir de Bolsonaro respecto a los datos que mostraron alta deforestación en la Amazonia, medidos por el instituto.
En 2019, el entonces gobernante acusó al INPE de divulgar estadísticas mentirosas y estar al servicio de una organización no gubernamental.
Galvão respondió a Bolsonaro y defendió el sistema, reconocido internacionalmente. En consecuencia, fue exonerado por el político ultraderechista.
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