Creada en 1922, durante el mandato de Hipólito Yrigoyen (1852-1933), YPF fue la primera petrolera estatal integrada verticalmente y, además de su labor central, contribuyó a la creación y abastecimiento de pueblos cercanos a zonas de reservas como Chubut, Las Heras y Plaza Huincul, entre otros.
Durante la presidencia de Juan Domingo Perón (1895-1974), su producción superó los siete millones de toneladas.
En 1999, fue comprada por Repsol y estuvo en sus manos hasta 2012, cuando fue recuperada por el Estado.
El 16 de abril de ese año fue aprobada, por iniciativa de Fernández, la ley que declaró de interés público nacional el autoabastecimiento de hidrocarburos y se expropió el 51 por ciento de las acciones a la entidad española.
Mediante gráficos publicados en su perfil en la red social Twitter, Fernández explicó que desde 1999 hasta 2011 la producción de petróleo de YPF-Repsol se redujo en más del 40 por ciento y disminuyó su participación en el mercado en casi ocho puntos.
El reporte señala que, “una vez agotados los yacimientos descubiertos en las etapas previas, la falta de inversiones condujo a una contracción en la producción gasífera» por parte de la compañía, la cual decreció un 33 por ciento entre 2004 y 2011.
También las reservas de petróleo disminuyeron 50 puntos de 2001 a 2011.
Ante todo ello, Repsol-YPF incrementó sus precios, lo cual elevó los ingresos por ventas.
Desde 2007 creció el endeudamiento y comenzó el vaciamiento final de YPF, lo cual vulneró la soberanía energética de Argentina, conllevó a la multiplicación de las importaciones de combustible e implicó por, primera vez en 17 años, un saldo comercial deficitario que ascendió en 2011 a menos tres mil 29 millones de dólares, indica la publicación.
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