El reporte sobre seguridad alimentaria a nivel global fue presentado la víspera en Nueva York por directivos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
El documento indicó que en esta isla caribeña la población subalimentada pasó del 8,3 por ciento al 6,7 por ciento entre 2019–2021, para situarse en 6,3 por ciento en la actualidad.
En similar lapso la inseguridad alimentaria descendió de 24 a 22 por ciento, – modesto descenso, pero alto todavía-, resultados que Cruz atribuyó al incremento de la producción nacional en rubros como arroz, pollo, huevos, plátanos, frutas y vegetales.
El titular ponderó el apoyo del Gobierno al sector agrícola con financiamiento, asistencia técnica, subsidio a los fertilizantes y la entrega de equipos, entre otras acciones.
La investigación destacó, asimismo, el impacto favorable de las políticas públicas con la instauración de los comedores económicos, el Instituto de Estabilización de Precios y la alimentación escolar.
Al respecto, el ministro señaló que de 2020 a la fecha se han distribuido en el país 150 tractores con implementos agrícolas y material de siembra,y destacó que por primera vez se es autosuficiente en la obtención de arroz.
Sin embargo, estos números no dicen mucho a la mayoría de los dominicanos, quienes sienten en sus bolsillos los altos precios de rubros básicos cada vez que ingresan a un mercado.
Si bien es cierto que en el primer trimestre de 2023 la inflación mostró por primera vez en los últimos dos años una tendencia a la baja y en mayo cerró en 4,43 por ciento, ese indicador se situó en 8.50 por ciento en 2021 y un 7.83 por ciento en 2022.
Aunque la mayoría de los países no escapan al alza de precios a causa del impacto de la Covid-19, la incertidumbre económica y otras causas, en el país que nos ocupa
es difícil encontrar una bolsa de arroz de 10 libras por debajo de los 260 pesos dominicanos (unos 4.60 dólares), mientras dos litros de aceite rondan los 300 pesos y más (5.40 dólares).
Por supuesto, la clase económica con menos poder adquisitivo es la que más siente el costo de la canasta básica, refieren analistas y también quienes salen con su billetera vacía de los supermercados, con bolsas sin llenar y una lista de productos pendientes por comprar.
En marzo pasado el Gobierno dominicano anunció un aumento de 19 por ciento al salario mínimo del sector privado no sectorizado, un 15 por ciento efectivo a partir de abril de este año y el resto en febrero de 2024.
Con ese ajuste, a partir de abril los trabajadores no sectorizados de las grandes empresas comenzaron a ganar el equivalente a 437.90 dólares mensuales, los de las medianas 401 dólares y los de las pequeñas 269 dólares.
De acuerdo al Banco Central, el valor de la canasta en febrero estaba muy por encima de esos tres nuevos salarios mínimos.
Investigaciones advierten que República Dominicana es uno de los tres países de la región con el sueldo mínimo más bajo.
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