“¿Quién era el jefe que mandó desde Roma? Luis Francisco Ladaria, jesuita, es el prefecto, la máxima autoridad de ese lugar, hasta septiembre de este año (…)”, aseguró Pedro Lima, exintegrante de la Orden de Jesús.
Lima explicó en entrevista al canal estatal Bolivia Tv que Ladaria permanecerá en el cargo de prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe (antigua Inquisición) hasta el noveno mes del año en curso.
El martes último, el fiscal general del Estado Plurinacional, Juan Lanchipa, confirmó que el diario de Pedrajas (alias Pica), fue entregado el 20 de junio por la Compañía de Jesús con borrones de nombres, fechas y lugares.
Pedrajas dejó constancia en ese cuaderno de que al menos cometió 85 abusos sexuales contra menores de edad en América Latina, la mayoría en Bolivia.
La orden de los jesuitas en el país altiplánico informó en un comunicado circulado a la prensa a finales de junio que su Provincial recibió ese diario en un sobre cerrado desde Roma vía courier.
Fue remitido por la Curia General de la Compañía de Jesús que, a su vez, lo recibió del Dicasterio de la Doctrina de la Fe del Vaticano, se informó entonces.
“La MAE (máxima autoridad) de ese dicasterio debe hacerse cargo de este delito, pues obstaculizar la justicia, borrar nombres, evidencias, pruebas (…) es algo muy grave”, insistió el exnovicio devenido acusador.
Instó Lima a sentar precedente, “no puede ser que un Estado como el Vaticano mande sesgado, incompleto, tachado, un documento que suponemos ellos lo tenían completo”.
En el contexto de sus denuncias, Lima reveló la existencia de un segundo diario de otro sacerdote pederasta comisor de esos delitos en la ciudad de Santa Cruz, y lo identificó como Luis María Roma Padrosa (Lucho Roma), ya fallecido.
Bolivia Tv mostró imágenes con los rostros difuminados de las víctimas de crímenes sexuales cometidos por Roma contra niños de seis a 12 años entre 1994 y 2004, con fotos y videos que coleccionaba y fechaba.
Un periodista denunció el caso el 18 de febrero de 2019 cuando Roma tenía 84 años y fue suspendido del ejercicio sacerdotal público, pero desde el punto de vista penal fue encubierto.
El expediente quedó cerrado tras la muerte del cura pederasta ese mismo año y se reabrió recientemente por la insistencia de una fiscal tras el escándalo internacional desatado por la publicación del diario de Pica Pedrajas en el periódico español El País el 30 de abril último.
Lima calificó de “terrorífico” el diario en el que Roma describía con detalles sus aberrantes prácticas sexuales, y lamentó su encubrimiento por parte de los jerarcas eclesiásticos.
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