El documento destaca la vinculación aquí de la planificación de transición energética con políticas de promoción de inversión en energía limpia, a nivel nacional e internacional.
Estas afirmaciones respaldan las cifras del Banco Central, las cuales revelan que en el primer trimestre del actual año la colocación de capital en esa rama creció el 82 por ciento en relación con similar lapso del año precedente, seguido del turismo, con un alza de un 14 por ciento.
De acuerdo con el reporte, la nación caribeña busca diversificar su suministro de energía, simplificar la dependencia de las importaciones de combustibles fósiles y fomentar la inversión privada.
A su vez, se propone reducir los impactos ambientales de dichos combustibles, descentralizar la producción de energía y biocombustibles e impulsar la competencia entre proveedores.
Refiere, además, que el Plan Energético Nacional 2022-2036, tal y como se concibió, tiene como meta garantizar el desarrollo sostenido de esa esfera mediante el efecto conjunto de medidas, acciones y políticas públicas a ejecutar, incluida la modernización del sector.
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