De acuerdo con un informe divulgado este lunes en la página oficial de ese organismo gubernamental, la inflación adquirida para 2023 se situó en los 5,6 puntos porcentuales para el índice general, y en el 4,9 por ciento para el componente subyacente.
Esta ralentización estuvo motivada por la baja tendencial en los precios de los bienes energéticos no regulados, del 20,3 al 8,4 por ciento y de los alimentos elaborados, que pasaron de 13,2 a los 11,5 en su porcentaje, mientras que los de servicios relacionados con el transporte cayeron de 5,6 a los 4,7 punto porcentuales.
La dinámica del índice general estuvo sustentada por los incrementos en los precios de los alimentos no elaborados, del 8,8 al 9,4 por ciento, a la vez que la inflación subyacente, excluyendo energía y alimentos frescos, se desaceleró de 6,0 a 5,6 puntos porcentuales, precisa el análisis.
Por otra parte, se frenó el crecimiento anual de los precios de los bienes, del 9,3 al 7,5 por ciento y, en menor medida, el de los servicios, que pasaron de 4,6 a 4,5 punto porcentuales, mientras que los de productos de alimentación, hogar y cuidado personal se ralentizaron, en términos de tendencia, del 11,2% al 10,5 por ciento.
Los expertos del Istat concluyeron que en junio de 2023, la inflación mostró una clara desaceleración, en un contexto de estabilidad de precios a nivel económico, tras la última variación mensual cero registrada en mayo de 2021.
Esa desaceleración se debió, en cierta medida, a la dinámica de los precios de los bienes energéticos, en particular del componente no regulado, que se redujo sensiblemente respecto a mayo, agregó la fuente.
mem/ort