“Trágicamente, esto significa que 100 mil de los haitianos más vulnerables se ven obligados a sobrevivir este mes sin ninguna ayuda del PMA”, lamentó la instancia en un comunicado.
Explicó que, con el nivel actual de financiación para el año, el organismo no cuenta con los recursos para proporcionar ayuda alimentaria a las 750 mil personas que la necesitan con urgencia.
La disminución de los fondos ocurre en un momento en el que 4,9 millones de haitianos, casi la mitad de la población, enfrenta necesidades humanitarias sin precedentes y no encuentra lo suficiente para comer.
El plan de respuesta del PMA solo está financiado en un 16 por ciento, pese a que ya transcurrieron seis meses de 2023, por lo cual el director del organismo en Haití, Martin Bauer, no descarta otros recortes “devastadores”, a menos que se reciban fondos de forma inmediata.
Es trágico no poder llegar a algunos de los haitianos más vulnerables este mes. Estos recortes no podrían llegar en peor momento, ya que los haitianos se enfrentan a una crisis humanitaria de múltiples niveles, con sus vidas y medios de subsistencia trastornados por la violencia, inseguridad, agitación económica y las perturbaciones climáticas, dijo Bauer.
Advirtió que de enero a julio proveyeron comidas calientes a más de 450 mil estudiantes en todo el país, lo cual constituye, para muchos de ellos, la única ingesta completa diaria. “Sin una inyección de fondos, casi la mitad de estos niños dejarán de tener acceso a comidas escolares cuando vuelvan a clase tras las vacaciones de verano”, subrayó.
A finales de junio una delegación liderada por la directora ejecutiva del Fondo de la ONU para la Infancia, Catherine Russell, así como Cindy McCain, responsable del PMA, visitó el país caribeño y alertó del hambre y la desnutrición sin precedentes.
Las directoras de la ONU lamentaron que 5,2 millones de personas necesitan ayuda humanitaria urgente, entre ellas casi tres millones de niños.
McCain agregó que, per cápita, la proporción de haitianos que se enfrentan a una inseguridad alimentaria de nivel de emergencia es la segunda más alta del mundo, “no podemos abandonarlos”, afirmó.
Por su parte, Russell aseguró que las necesidades humanitarias son mayores que en 2010, cuando un devastador terremoto destruyó la capital y cobró más de 200 mil vidas, sin embargo, actualmente cuentan con muchos menos recursos para responder.
La ONU prevé que este año más de 115 mil niños menores de cinco años sufran desnutrición potencialmente mortal, lo que supone un aumento del 30 por ciento con relación a 2022.
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