El arma, construida en 1910 de acero y oro en España, estuvo en la isla durante años presuntamente llevada allí por algún revolucionario.
Fue un regalo del presidente Francisco I Madero a Pancho Villa, a quien admiraba, un sentimiento mutuo, pues fue el Centauro quien bautizó con su nombre la actual calle más concurrida en el Centro Histórico capitalino.
En su visita a Cuba en mayo, el presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez le entregó el arma devuelta por Javier Leal, hijo del historiador Eusebio Leal, cumpliendo así el deseo y petición de su padre de que le fuera devuelta a México.
El histórico revólver calibre 38 milímetros, estuvo en el Museo Nacional de Antropología e Historia en Ciudad de México, pero hoy le fue entregado en la ceremonia al secretario de Defensa, Luis Cresencio Sandoval para que sea reintegrado al patrimonio nacional y ocupe su lugar en el Museo de la Revolución de Chihuahua.
Ese inmueble fue la casa de Villa con su última esposa, quien la donó en 1981 bajo la condición de que se mantuviera como un museo que ya ella había iniciado al destinar una parte de la casona a los objetos personales del caudillo, que hoy forman parte del hermoso recinto donde reposará el revolver entregado por Cuba por voluntad de Eusebio Leal.
Ese hecho fue mencionado en el acto donde solamente hablaron el historiador Pedro Salmerón y el gobernador de Durango, Esteban Villegas, quien acompaño a López Obrador en la ofrenda floral junto al monumento a Villa.
Las fuerzas armadas, y un pelotón de ceremonias, rindieron honor al héroe con una parada militar que cerró el homenaje al centauro.
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