Durante un discurso la víspera, en ocasión del aniversario 44 del triunfo de la Revolución sandinista, el jefe de Estado expresó que el veredicto sobre el conflicto marítimo con Colombia, le otorgó a Nicaragua unos 75 mil kilómetros cuadrados en el mar Caribe.
“Yo le digo al presidente (Gustavo) Petro, no hay más camino que acatar y ahí quedamos una a una, una ganamos nosotros, otra ganaron ellos (…), pero hay que acatar el fallo de la corte y para eso tienen que haber señas”, expresó.
Manifestó que hay expresidentes que buscan cómo echarle leña al fuego y recordó que ambos países no son naciones con grandes confrontaciones en otro orden, pues los problemas son de tipo limítrofe.
“Ahí tenemos ya la salida para que busquemos la forma de plasmar esto en un decreto, acuerdo donde queda claro que Nicaragua es dueña como en efecto lo es y está ejerciendo soberanía en esos 75 mil kilómetros en el mar Caribe”, indicó.
La semana pasada, la CIJ falló a favor de Colombia y determinó que el país centroamericano no podía extenderse dentro de las 200 millas colombianas en el mar Caribe.
Por otro lado, Ortega se refirió a la recién concluida Cumbre de la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
En ese sentido, aseguró que la UE tiene como principal intención salir de los gobiernos revolucionarios de América Latina.
“Fuimos a la reunión lógicamente porque no estamos por cortar comunicación con países con los cuales no compartimos sus políticas, en la que no respetan las Leyes internacionales, y cometen crímenes abominables (…)”, subrayó.
Explicó que varios de los tópicos que Nicaragua presentó en ese evento, como la no utilización de bombas de racimo y la histórica sentencia de la CIJ contra Estados Unidos para indemnizar a esta nación centroamericana por daños de guerra, fueron vetados.
Añadió que uno de los principios de estas reuniones es tomar los acuerdos por consenso y si un país se opone, ya no pasa.
En las actividades centrales por la fecha patria en Nicaragua asistieron cientos de seguidores del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y delegaciones de países como Cuba, Venezuela, Rusia e Irán, entre otros de Europa, Asia, África y Centroamérica.
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