En esa región, conocida como ABC Paulista y donde emergió como líder sindical en la década de 1970, Lula salió en defensa del ministro Alexandre de Moraes, del Supremo Tribunal Federal, agredido el 14 de julio por adeptos radicales del exmandatario Jair Bolsonaro en un aeropuerto italiano.
«Bolsonaro fue derrotado (en las urnas), pero los locos están en la calle, tenemos que enseñar respeto y civilidad», advirtió el extornero mecánico.
Según medios periodísticos, Andreia Mantovani, esposa del empresario Roberto Mantovani, se aproximó el viernes antepasado a De Moraes en la terminal aérea Fiumicino, en Roma, cuando este venía de impartir una conferencia en el Foro de Derecho Internacional de la Universidad de Siena.
La mujer, partidaria confesa de Bolsonaro, hostilizó al ministro debido a su actuación en cuestiones contrarias relacionados con el político ultraderechista.
Teniendo en cuenta lo publicado, afrontó al juez bajo gritos de «bandido, comunista y vendido».
En ese momento comenzó un altercado que involucró al hombre de negocios, a su cónyuge y el yerno del matrimonio, Alex Zanatta Bignotto.
La pareja negó después ante la Policía Federal haber agredido al magistrado y, de acuerdo con la defensa, solo admite que dio un empujón al hijo del juez para defender a su mujer, supuestamente víctima de agravios por parte del muchacho.
«En ningún momento ocurrieron ofensas, mucho menos amenazas al ministro Alexandre, que casualmente pasó por ellos en ese infeliz episodio. Aun así, se disculpan por el malentendido que hubo y manifiestan respeto que tienen por las autoridades públicas, extensivo a sus familiares», señala la pareja en una nota.
Además de los insultos contra De Moraes y sus familiares, una de las personas llegó a agredir físicamente al hijo del ministro.
Sobre prioridades de su gestión, Lula reforzó también en su alocución de este domingo el retorno del acceso a la clase obrera al poder de consumo y a garantías esenciales, como empleo y salario de calidad.
«El hecho de que la clase obrera brasileña haya elegido un peón de planta de fábrica como presidente de la República representa un cambio histórico. Porque son los trabajadores los que construyen ese país», recordó el exsindicalista.
Resaltó, asimismo, su compromiso con la recuperación de Brasil. «Prometo, con palabras sencillas, que vamos a garantizar empleo para que los brasileños y brasileñas puedan vivir con dignidad», remarcó.
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