Obando recordó que el exguerrillero de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblos (FARC-EP) «lleva injustamente encarcelado 19 años en una prisión de máxima seguridad en Estados Unidos en terribles condiciones».
«Simón es firmante de paz, suscribió el acta de compromiso ante la Jurisdicción Especial para la Paz y debe ser repatriado a Colombia. Simón contribuiría mucho como gestor de paz», expresó la también exprisionera política e integrante de la campaña de Simón Libertad.
Trinidad fue capturado en Quito, Ecuador en 2004, y en Colombia -señaló Obando- lo condenaron de manera ilegal violentando sus derechos fundamentales y lo extraditaron bajo falsos argumentos.
En el norteño país fue condenado a 60 años de prisión, sanción que está pagando en una cárcel de máxima seguridad en Florence, Colorado, llamada El Alcatraz de las Rocallosas.
Obando es una de las líderes de la Campaña Internacional Simón Libertad, una iniciativa humanitaria, carácter amplio, que busca la repatriación y libertad del reconocido exguerrillero y a través de su causa la visibilización y libertad de todos los prisioneros políticos que aún permanecen en las cárceles colombianas.
En recientes declaraciones al semanario Voz, órgano oficial del Partido Comunista Colombiano, explicó que esta campaña se creó recién firmado el Acuerdo de Paz de La Habana en 2016.
Explicó que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, puede hacer el ejercicio del indulto, lo cual también pasa por conversaciones más políticas y diplomáticas de Gobierno a Gobierno.
En ese sentido aseguró estar esperanzados en que la administración de Gustavo Petro pueda ver el caso, comprenderlo y saber que es una injusticia que se encuentre en esas condiciones y en ese país, sobre todo, cuando es firmante de paz.
Ricardo Palmera Pineda, quien en las filas insurgentes de las FARC-EP adoptó el nombre de Simón Trinidad, desempeñó mayormente labores políticas e ideológicas, entre ellas como negociador de paz.
Cuando fue detenido se le adjudicaron falsos cargos como narcotráfico que no han prosperado. y tampoco se pudo demostrar que fuera parte ni que estuviera involucrado en la operación del secretariado de las FARC en el secuestro de tres contratistas estadunidenses (Tom Hawes, Marc Goncalves y Keith Stensell), que realizaban sobrevuelos en las zonas en conflicto.
Su abogado defensor Mark Burton lo define como «un símbolo para la paz», porque fue arrestado cuando estaba en una misión humanitaria para un canje de rehenes y prisioneros, y al mismo tiempo, los considera «una víctima del Plan Colombia, porque para Washington y Álvaro Uribe él fue un trofeo de guerra».
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