El Ministerio de Educación reconoció que la violencia es una de las principales causas por la que los estudiantes dejan los estudios o repiten el año en esa zona costera.
La subsecretaria de Innovación Educativa del Ministerio de Educación, Diana Castellanos, explicó al portal digital Primicias que las bandas delincuenciales captan a niños desde los 12 años para introducirlos en el mundo criminal.
En este sentido, la especialista detalló que convencer a los niños era una tarea fácil, pues los estudios no son una prioridad en estas poblaciones que viven en situación de pobreza.
Según cifras de la Policía, en lo que va de año al menos mil 326 niños y adolescentes dejaron sus estudios para unirse a bandas criminales de todo el país, de ellos, 93 fueron identificados en Esmeraldas.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Censos, el 50,2 por ciento de la población esmeraldeña está en situación de pobreza, pues uno de cada dos habitantes vive con menos de 2,96 dólares al día, unido a los altos índices de violencia que existe en esa región ecuatoriana.
Asimismo, un estudio reciente de la fundación InSight Crime ubicó a esta localidad entres las más violentas en América Latina.
La organización, dedicada al estudio y la investigación de amenazas para la seguridad nacional y la ciudadana en la región, alertó que esa localidad de la costa ecuatoriana se ha convertido en el epicentro de los homicidios en Latinoamérica.
Allí, de acuerdo con las cifras de InSight Crime, las muertes violentas han crecido drásticamente debido a los enfrentamientos entre bandas por el control de las economías criminales.
En 2022, en ese territorio hubo 81 muertes por cada 100 mil habitantes. Residentes en la región fronteriza con Colombia apuntan a la pobreza, el desempleo y el abandono estatal como causas de la inseguridad.
En lo que va de 2023, según datos del Ministerio del Interior, se registraron en Esmeraldas más de 70 muertes violentas, 94 detenidos por narcotráfico, mil 400 kilos de drogas incautados y 360 robos en casas, de vehículos y a personas.
Expertos en la materia consideran que esa situación se debe a la guerra de cárteles nacionales e internacionales por el control del narcotráfico y la ineficiente respuesta estatal a esa cuestión.
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