En una declaración divulgada este domingo en el sitio oficial de la Presidencia de la República, el jefe de Estado manifestó que “la trata constituye una gravísima violación de los derechos humanos y, para derrotarla, se necesita una respuesta decidida y solidaria por parte de la comunidad internacional”.
Es necesario, según dijo “el compromiso de los países afectados por el fenómeno, con la implicación de organismos multilaterales, sensibilizando a la opinión pública y la sociedad civil”.
Mattarella recordó que “Italia apoyó la adopción del Protocolo Adicional a la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional y sigue plenamente comprometida con la prevención, represión y sanción de la trata”.
“Para proteger a los niños, mujeres y hombres que cada año caen en las trampas de la trata, es necesario perseguir a los traficantes y actuar sobre las causas que desesperan a poblaciones enteras, tanto como para empujarlas a abandonar sus tierras de origen, encomendándose, a riesgo de la vida, a personas sin escrúpulos”, añadió.
Como parte de esta lucha, se debe “llevar la paz donde prevalecen los conflictos, generar oportunidades de crecimiento social y económico donde prevalece la pobreza y la falta de perspectivas” con lo cual, según expresó, se “contribuye a eliminar las condiciones que hacen posible la trata de seres humanos”.
El papa Francisco, en su mensaje posterior al rezo del Ángelus del mediodía dominical, también se refirió a esta jornada dedicada a condenar ese crimen “que convierte a las personas en una mercancía”. Desde la ventana de su estudio en el Palacio Apostólico Vaticano, el Sumo Pontífice lamentó ante los fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro, que “hoy en día hay mucho tráfico en el mundo”.
“La trata es una realidad terrible, que afecta a demasiadas personas: niños, mujeres, trabajadores…, muchas personas explotadas; todos viven en condiciones infrahumanas y sufren la indiferencia y el rechazo de la sociedad”, agregó el Papa.
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