Esa acción refuerza las capacidades locales para la producción de alimentos y el incremento de la disponibilidad de huevos en las comunidades, precisó además en un comunicado la Representación de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en la capital cubana.
En el texto se indica que lo anterior ha sido posible por un esfuerzo conjunto entre la FAO y el gobierno de Bélgica, con recursos provenientes del Fondo para Actividades de Emergencia y Rehabilitación- Capacidad de Respuesta de Insumos Agrícolas (SFERA-CRIA).
A partir de la adquisición de 24 bobinas de acero y sus ganchos, fue posible la fabricación nacional de 24 mil 455 tejas metálicas, que se entregaron a la Empresa Avícola de la provincia de Pinar del Río, con la conducción permanente del Grupo Avícola del Ministerio de la Agricultura (Minag).
Los recursos se distribuyeron en ocho Unidades Empresariales de Base (UEB) de los municipios de Pinar del Río, Viñales, Consolación del Sur y Guanes.
En reciente recorrido de un equipo de la FAO y el Minag por las áreas beneficiadas, se visitó la UEB Desa I del Grupo Empresarial Avícola, que recibió siete mil m2 de tejas y 11 mil 041 ganchos metálicos.
Esta entidad, que tiene un total de 33 trabajadores, de ellos 17 mujeres, cuenta con nueve naves para la cría de un potencial de 140 mil aves, de las cuales se están rehabilitando cuatro unidades.
De acuerdo con Pedro Luis Pino, director de la UEB Logística Empresa Avícola Pinar del Río, existe satisfacción por la calidad de los recursos y se espera que el montaje de las tejas de las naves avícolas concluya a finales de agosto.
Los fondos son parte de la respuesta del sistema de las Naciones Unidas en Cuba y su Plan de Acción para apoyar a los territorios afectados por Ian.
Ellos complementan otros recursos movilizados por FAO a través del Fondo Central de Respuesta a Emergencias (CERF) de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA), para apoyar la rehabilitación de la producción agrícola y proteger los medios de vida de los productores de las áreas más afectadas.
Actualmente están siendo beneficiadas cerca de un millón de personas vulnerables, entre ellas niños menores de cinco años, mujeres embarazadas y lactantes.
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