A la ceremonia, en la cual se rindió homenaje al líder revolucionario cubano Frank País, asistieron el presidente de la Uneac, Luis Morlote, el escritor y etnólogo Miguel Barnet, y la escritora Premio Nacional de Literatura Nancy Morejón.
Los galardones fueron entregados a Nelson Pérez en cuento, por la obra “Allí donde el fuego arde”, una mirada al ambiente rural, pero con la incorporación de elementos fantásticos y de ciencia ficción.
El jurado en esta categoría estuvo integrado por los escritores Martha Acosta, Souleen Dell’ Amico y presidido por Raúl Aguiar, quienes consideraron que el autor rinde tributo a la obra de Onelio Jorge Cardoso.
La categoría de cuento también entregó menciones a los títulos “Leavin La Habana”, de Pedro Luis Azcuy, y “La recuerdo y vuelvo a ser la misma niña”, de Lisandra López.
El lauro en poesía lo recibió de la provincia cubana de Villa Clara, Joel Herrera, con el cuaderno titulado “Las estancias del aire”, destacado por un lenguaje experimental que juega con la consternación propia de la época y reúne, tanto componentes urbanos, como rurales.
Según el jurado en este apartado, presidido por Carlos Augusto Alfonso, el ganador en poesía muestra un mensaje coherente y lúcido, cargado, además, de alusiones.
Al concluir el acto, el poeta premiado reconoció lo imprescindible de seguir creando literatura.
“Sobre todo saber que un jurado determinará que tu obra tenga un valor literario, eso siempre se agradece, pero lo más importante es que llegue, que la gente lo lea al igual que el resto de los escritores”, declaró Herrera.
Las menciones en esta categoría fueron para “La numeración y el ojo”, Tomás Eugenio Escobar; “Metástasis”, de Octavio Castillo; “Despierta”, de Mariana Hill, y “33 de amor y otra guerra”, de Enrique Carmenate.
En cuanto al premio David de ensayo, el jurado presidido por Marlene Vázquez, junto a los miembros Enrique Ubieta y Pablo Argüelles, decidieron entregarlo por unanimidad a Cynthia Vargas por el libro “La historia de la canción trovadoresca: crónica de una Revolución dentro de la Revolución.
La autora subrayó la importancia de realizar ese tipo de investigación porque conecta los temas culturales con la política, con la economía.
Según la apreciación de la escritora, la obra suya está dirigida a ese tipo de argumento, pues “como desde la cultura hay un diálogo hacia estas temáticas que importan a la sociedad”, ahí centró su texto.
Más de 50 autores concursaron en esta edición del Premio David y la publicación de cada una de las obras estará a cargo de ediciones Unión, mayor editorial de la Uneac.
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