El 25 de julio, cientos de miembros de comunidades como la queta partieron desde la Puna y la Quebrada de Humahuaca, en ese territorio del norte del país, en una marcha conocida como el Malón de la Paz.
Los participantes en la iniciativa condenan la violencia desatada por las fuerzas del gobernador Gerardo Morales contra quienes se opusieron a sus políticas y a los cambios realizados en los estatutos locales.
Además, exigen a la Corte Suprema que se pronuncie sobre la inconstitucionalidad de la reforma y piden que el Congreso de la Nación apruebe la intervención de la provincia.
También instan a elaborar y sancionar una ley de propiedad comunitaria.
Tras su entrada a esta ciudad, los manifestantes recibieron el apoyo de la Central de Trabajadores de Argentina (Autónoma), el Movimiento Territorial Liberación, La Dignidad, y el Frente Darío Santillán.
También de la Corriente Popular Eva Perón, Barrios de Pie, la Federación Nacional Territorial, la Asamblea Guaraní y el Consejo de Pueblos Originarios Llanka J Maki, entre otros.
Pese a multitudinarias protestas, en junio último fueron aprobadas modificaciones a la Constitución de Jujuy propuestas por Morales (Unión Cívica Radical), quien respondió con la fuerza a las demostraciones que continuaron tras ese hecho.
Entre los aspectos que generaron mayor descontento se encuentra el artículo 67, el cual establece que, para garantizar el derecho a la paz social, se prohíben los cortes de calles y rutas, así como toda manifestación que pueda ser considerada violenta, lo cual es determinado por la Policía.
Por su parte, el 94 y 95 disponen el control sobre las tierras y el agua, lo cual afecta a las comunidades originarias que no fueron escuchadas por quienes redactaron el texto.
La marcha de hoy está inspirada en la realizada en 1946 por 174 kollas (conjunto culturalmente sincrético de pueblos indígenas) para exigir el respeto a la Madre Tierra y a sus modos de vida.
rgh/gas