Además, decenas de casas fueron saqueadas e incendiadas por los grupos armados en Liancourt, Savien y Petite Riviere de Artibonite.
“Más del 70 por ciento de la población de Liancourt se ha visto obligada a abandonar sus hogares y refugiarse en otros municipios vecinos, aumentando así el ya considerable número de desplazados internos en todo el país, que no reciben ninguna ayuda del Gobierno”, lamentaron las organizaciones de derechos humanos.
Asimismo, informaron que los comerciantes deben pagar entre 500 y mil dólares a la Policía para que un tanque blindado pueda facilitar su cruce hacia Liancourt, zona en manos de los grupos armados.
La violencia de las pandillas también obligó a cerrar los comercios locales, mientras que la emisora local Radio Antarctique fue objeto de un incendio provocado.
La Fundación Je Klere condenó la inacción del Gobierno, que “no ha anunciado ningún plan de protección para los desplazados, ningún plan de realojamiento ni ninguna medida de seguridad para mantener a raya a las bandas y facilitar el regreso de los desplazados a sus hogares”.
Criticó que las maniobras de los grupos armados reflejan la incapacidad del Estado para proteger a sus ciudadanos y restablecer la ley y el orden.
Las soluciones existen, pero requieren una voluntad política fuerte y una acción concertada para restablecer el orden y la seguridad para todos, indicó.
Las pandillas tomaron fuerza en Haití en los últimos años y actualmente controlan más del 80 por ciento de la capital y zonas amplias en Artibonite y otros departamentos.
Mientras, la Policía señaló que no cuenta con los recursos para enfrentar a las bandas, responsables de miles de secuestros y asesinatos.
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