En un mensaje publicado en su cuenta en Twitter, el titular de la ONU expresó su solidaridad con los habitantes de la urbe y los hibakusha, sobrevivientes del hecho, que calificó como un recuerdo que nunca se desvanece.
«Estoy con la gente de Hiroshima y los hibakusha que trabajan incansablemente para garantizar que las armas nucleares nunca se vuelvan a utilizar», agregó.
La bomba atómica lanzada el 6 de agosto de 1945 fue la primera utilizada contra una población civil y a esta le siguió otra el 9 de agosto, en la vecina Nagasaki.
Un avión bombardero Boeing B-29, bautizado Enola Gay, dejó caer en Hiroshima la bomba Little Boy, que hizo estallar una carga de 15 mil toneladas de TNT y devastó un rango de 13 kilómetros cuadrados.
Estos ataques formaron parte de la estrategia de Estados Unidos para forzar la rendición de Japón en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
Se estima que su detonación mató instantáneamente a decenas de miles de personas y a muchas más decenas de miles en los años siguientes.
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