De acuerdo con un parte de las autoridades regionales, divulgado este lunes en el sitio digital de la revista QuiFinanza, toda la zona se mantiene en alerta roja ante la grave situación provocada por los siniestros, en particular los de mayor gravedad, que se localizan en las provincias de Nuoro y Cagliari.
Tan solo en la zona de Posada, entre las localidades de Monte Longu y San Giovanni, fueron evacuadas unas 600 personas ante el grave peligro que representan las llamas, que avanzan peligrosamente en medio de un fuerte viento, que dificulta las operaciones de cientos de bomberos.
En el enfrentamiento a esta emergencia actúan, además, efectivos de Protección Civil y voluntarios, apoyados por aviones y helicópteros, a pesar de lo cual resultó imposible contener el fuego, señaló la fuente.
Entre las áreas afectadas se encuentran las del parque de los Siete Hermanos, el campo de Muravera, Capoterra, Ogliastra, Santadi, Sadali, Quartu, Assemini, San Sperate, Villamassargia, San Giovanni Suergiu, Castiadas, la playa del Poetto en Quartu Sant’Elena y el Parque de Molentargius, entre otras.
En relación con el probable carácter intencional de la mayoría de estos siniestros, el obispo Antonio Mura, presidente de la Conferencia Episcopal de Cerdeña, expresó que “los delincuentes que provocaron los incendios, merecen nuestro mayor desprecio”
Tenemos la esperanza de que estas personas puedan ser pronto identificadas y condenadas ejemplarmente, manifestó el obispo, y añadió que se trata de personas que no quieren el bien de Cerdeña y ni siquiera piensan en el bien de sus hijos. Solo piensan en su propio beneficio.
El pasado 1 de agosto el ministro de Protección Civil de Italia, Nello Musumeci, señaló en relación con los estragos causados por las llamas en este país durante la segunda quincena de julio pasado, que “en muchos casos el fuego fue obra de pirómanos».
En relación con este tema, el presidente de la organización ecologista Legambiente, Stefano Ciafani, manifestó que en esta nación europea todos los veranos, y en la misma época, se producen incendios, la mayoría de las veces de origen malicioso, flagelo que hay que frenar absolutamente con acciones de prevención y políticas específicas.
De acuerdo con un reporte divulgado recientemente por Legambiente, entre enero y julio de 2023 ardieron en este país 51 mil 386 hectáreas, y se mantiene una tendencia ascendente, pues solo del 25 al 27 de ese último mes se incendiaron unas 31 mil 78 hectáreas, sobre todo en zonas meridionales italianas.
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