De acuerdo con el organismo, esto equivale a 460 millones de personas y representa el mayor porcentaje de menores expuestos a temperaturas extremadamente altas, en comparación con todas las demás regiones del planeta.
Con el mundo en ebullición global, los datos muestran claramente que las vidas y el bienestar de millones de niños del sur de Asia se ven cada vez más amenazados por las olas de calor y las altas temperaturas, alertó Sanjay Wijesekera, director regional de Univef para el área meridional.
En una nota de prensa divulgada, el representante insistió en los riesgos para los bebés, niños pequeños, desnutridos y las mujeres embarazadas.
A pesar de que los países de la región no son los más calurosos del mundo en estos momentos, el calor conlleva riesgos que ponen en peligro la vida de millones de infantes vulnerables, agregó.
El extremo calor puede provocar síntomas y enfermedades como aumento de la temperatura corporal, taquicardia, calambres, fuertes dolores de cabeza, confusión, insuficiencia orgánica, deshidratación, desmayos y coma en menores; un desarrollo mental deficiente en los bebés y contratiempos en el desarrollo como disfunciones.
Como respuesta, Unicef instó a trabajadores, madres y padres, familias, cuidadores y autoridades locales a protejer a los niños y combatir el calor.
Para ello recomendó fomentar más acciones de capacitación para reconocer el estrés por calor y los síntomas de diversas enfermedades asociadas a las altas temperaturas, así como a conocer las prácticas de primeros auxilios para equilibrar la temperatura corporal.
Según el Índice de Riesgo Climático para la Infancia 2021 de Unicef, los niños de Afganistán, Bangladesh, India, Maldivas y Pakistán corren un «riesgo sumamente alto» de sufrir los efectos del cambio climático.
Las cifras del organismo muestran que el 28 por ciento de los niños del sur de Asia están expuestos a 4,5 o más olas de calor al año, en comparación con el 24 por ciento a nivel mundial.
mem/ebr