De acuerdo con los exfuncionarios entre los que figuran Laurent Lamothe, Jean Henry Céant, Evans Paul y Jack Jacques Lafontant la debacle económica, financiera y monetaria del país es una de las principales fuentes de la crisis.
La situación genera incertidumbre, pobreza y desesperación, por lo que urge crear un clima propicio a la inversión y a la creación de empleo para nuestro pueblo, preservando al mismo tiempo los puestos de trabajo existentes y potenciales.
Ante la crisis, los exjefes de Gobierno consideran indispensable “dar un salto patriótico” y abogan por un debate para poner en marcha un sólido plan de desarrollo económico basado en la transparencia, responsabilidad e innovación en un entorno seguro.
Además, denunciaron que, dos años después del asesinato del presidente Jovenel Moïse, la justicia haitiana no realizó ningún progreso serio en el esclarecimiento de las circunstancias que rodearon al magnicidio, el quinto ocurrido en Haití desde su independencia en 1804.
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