Individuos armados dispararon al comunicador en Delmas 33 y luego se dieron a la fuga, según confirmaron testigos.
“Este es un acto cobarde e indignante. Estamos profundamente preocupados por la seguridad de nuestro colega y pedimos que los responsables sean llevados ante la justicia.
Es nuestro deber defender la libertad de expresión y proteger a quienes la ejercen”, dijo el también periodista Ésau Cesar.
El periodismo es una profesión de alto riesgo en Haití, sugirió en mayo la Oficina de Protección del Ciudadano y señaló que quienes lo ejercen arriesgan su vida en una sociedad “plagada de flagrantes desigualdades sociales”.
Desde octubre pasado al menos cuatro comunicadores fueron asesinados, entre ellos Romero Vilsaint, Fritz Dorilas, de Radio Megastar y Francklin Tamar, quien dirigía los espacios Kompa, Kompa y Sábado Cultural en la emisora Solidarité.
La Sociedad Interamericana de Prensa describió al país como el más “peligroso para ejercer el periodismo” y señaló que la situación genera autocensura y aleja a los medios de realizar investigaciones en profundidad.
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