Las bandas de Grand Ravine dispararon armas automáticas en la zona, y medios de prensa reportaron al menos una docena de heridos, en un balance preliminar.
La zona lleva meses bajo tensión por el ataque de las pandillas que provocaron decenas de muertos y heridos, mientras que cientos de personas buscaron refugio fuera de la zona.
A inicios de la semana pasada, los residentes se manifestaron en esta capital y denunciaron la violencia de las pandillas y el supuesto silencio cómplice del Consejo Superior de la Policía Nacional, al tiempo que llamaron a las autoridades a asumir sus responsabilidades y restablecer el clima de paz en el país.
“Organizamos esta protesta para advertir que Carrefour-Feuilles se convertirá en tierra de bandidos si el Gobierno no actúa”, dijo uno de los manifestantes que también encendió neumáticos y pidió la renuncia del primer ministro Ariel Henry.
También llegaron a las inmediaciones de la residencia del jefe de Gobierno, pero fueron dispersados con gases lacrimógenos por la Policía.
Después de unos meses de aparente tregua de las pandillas como consecuencia de la operación Bwa Kale que desde finales de abril lincha a presuntos miembros de grupos armados, las acciones de las bandas aumentaron en las últimas semanas, en particular en Puerto Príncipe y el departamento Artibonite.
A finales de julio, los tiroteos en Tabarre, en el norte de Puerto Príncipe, provocaron el desplazamiento de cientos de familias, mientras la embajada de Estados Unidos situada en la zona anunció la suspensión de sus servicios.
De hecho, la víspera la legación anunció otro confinamiento de su personal debido a la actividad policial en curso y los disparos cerca de la edificación.
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