Una misiva de la empresa ibérica está en manos de la senadora uruguaya Sandra Lazo, presidente de la Comisión de Defensa, donde compareció Wilson el 7 de agosto último para argumentar la decisión de contratar al astillero español Cardama a fin de construir dos patrullas oceánicas (OPV) para la Armada.
Gandón se suma a las protestas del astillero holandés Damen y de una constructora estatal de China que también participaron del llamado de la Armada para comprar las OPV.
Al justificar ante los senadores la elección, el comandante Wilson señaló que “al mantener el mismo precio y aceptar todas nuestras propuestas de las aletas estabilizadoras y las palas de paso controlable de las hélices, cobró mayor preponderancia que el mismo proyecto presentado por Gondán que era más caro y no aceptaba nuestras propuestas”.
En la carta remitida al Senado, el constructor naval afirma que tales afirmaciones “faltan absolutamente a la verdad y contradicen la información proporcionada, tanto enviada telemáticamente como entregada en mano y presentada en persona”, divulga el diario El Observador.
Según la misiva, el fabricante español negó que su propuesta careciera de aletas estabilizadoras y palas de paso controlable en las hélices de propulsión, y que se negara a aceptar las propuestas de la Armada al respecto.
“Desconocemos el motivo por el que el Almirante Wilson realizó dichas declaraciones ante ustedes, pero en defensa del honor y la reputación de nuestra compañía como constructor naval, nos vemos en la obligación de informarles que dichas afirmaciones no se ajustan a la realidad», consigna la carta.
En el texto enviado Gondán se presenta como “una de las empresas líderes de construcción naval en España, con casi 100 años de experiencia y una larga trayectoria como exportador de buques equipados con la última tecnología tanto para clientes privados como para gobiernos como Reino Unido o Portugal.
Gondán fue considerada la mejor oferta según un estudio realizado por quien era el jefe del Estado Mayor de la Armada, contralmirante Gustavo Musso.
En su valoración consideró que la de Cardama era la peor de las cinco que seguían en pie en el segundo llamado realizado por la Armada para la compra de las OPV.
El primer llamado había sido declarado desierto, a pesar de que una comisión técnica asesora había recomendado la oferta china.
Tras la elección de Cardama, el contralmirante Musso pidió su pase a retiro.
jcm/ool