Según el informe de la organización, 23 mil 569 fueron deportados por las autoridades vecinas y otros 23 mil 142 decidieron regresar a su país.
Entre los repatriados, el GARR contabilizó 440 embarazadas y tres mil 659 niños, de ellos 565 no acompañados.
La plataforma deploró que julio estuvo marcado por “repatriaciones brutales que no tienen piedad con los niños, las mujeres embarazadas o los ancianos” y por el deterioro de las condiciones de vida de los migrantes en República Dominicana.
Ante esta situación, estima que el Gobierno debe emitir una fuerte respuesta y no puede permanecer más en silencio.
Deben actuar con responsabilidad ante estas transgresiones de los derechos de nuestros compatriotas y condenar inequívocamente las prácticas inhumanas perpetradas por las autoridades dominicanas, aseguró el responsable de Comunicación del GARR, Sam Guillaume.
Añadió que es crucial tomar medidas diplomáticas y humanitarias para poner fin a las repatriaciones forzosas y garantizar así el respeto de los derechos fundamentales de los migrantes haitianos.
“Toda persona, sea haitiana o no, debe ser tratada con dignidad, respeto y equidad”, afirmó Guillaume y pidió tomar acciones concretas para lograr un cambio tangible y real en las condiciones de vida de los migrantes.
Además, señaló que la población haitiana en el vecino país es víctima de una explotación sistemática, y se ve privada de los derechos más elementales, como el acceso a la atención médica, a oportunidades de empleo decentes y a la educación.
Esas violaciones no solo contravienen las leyes y convenios internacionales, sino que atentan contra la dignidad humana, señaló la organización, para la cual la situación alcanzó un umbral crítico.
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