A pocas horas del Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, el 19 de agosto, el organismo multilateral confirmó que el número de muertos en estas misiones en 2022 llegó a 116, mientras que el peligro crece en el actual contexto.
Los datos provisionales de la organización de investigación independiente Humanitarian Outcomes señalan a Sudán del Sur como el país más peligroso con 40 ataques y 22 muertes en 2023.
En tanto el vecino Sudán ocupa un segundo lugar, con 17 ataques y 19 muertes hasta la fecha.
Estos números resultan superiores incluso a los registrados durante el apogeo del conflicto de Darfur entre 2006 y 2009.
Otras cifras alarmantes se reportan en la República Centroafricana, Malí, Somalia y Ucrania.
En 2022, 444 trabajadores humanitarios fueron atacados, mientras que el año anterior la cifra fue de 460 ataques y 141 muertes.
La conmemoración del Día Mundial de la Asistencia Humanitaria el 19 de agosto recuerda este año el vigésimo aniversario de una fecha más que simbólica para las Naciones Unidas: el ataque contra su sede en Bagdad, Iraq que resultó en una veintena de víctimas fatales y la destrucción del edificio que albergaba más de 300 miembros del organismo.
El 19 de agosto de ese año, un atentado con bomba en el hotel Canal de la capital iraquí cobró la vida de 22 trabajadores humanitarios, entre ellos el representante especial del secretario general de la ONU en ese país, Sergio Vieira de Mello.
A pesar de las consecuencias fatales, ONU mantuvo su trabajo en la nación que atravesaba una fuerte crisis.
Cinco años más tarde, la Asamblea General adoptó una resolución que designaba el 19 de agosto como Día Mundial de la Asistencia Humanitaria.
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