El grupo de la comunidad integracionista partió temprano esta mañana hacia diferentes puntos del país con el objetivo de seguir los últimos preparativos y evaluar la jornada de votaciones prevista para el próximo domingo.
La máxima figura de la MOE UE, Jordi Cañas, regresó el martes pasado a esta nación y declaró que visitaría los departamentos con parte del personal desplegado y apoyar su labor.
Los especialistas del bloque europeo están divididos en un equipo central de 12 miembros que arribó a mediados de mayo último y 44 más en las distintas demarcaciones, la mayoría con experiencia en la fase inicial.
El jefe adjunto de la MOE-UE, Manuel Sánchez, describió en el acto que los representantes de corto plazo trabajarán en equipos de dos personas, es decir, habrá 22 unidades desplegadas en todo este territorio centroamericano.
Anunció que mañana se unirá una delegación del Parlamento Europeo y, junto con el equipo central, sumarán al menos 120 observadores para la jornada del 20 de agosto.
Sánchez calificó de gran oportunidad la invitación realizada por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) a observar los sufragios, tal como en la primera vuelta.
La magistrada presidente del ente rector del proceso, Irma Palencia, consideró la supervisión un acto primordial en las votaciones, “ya que brinda soporte a la transparencia y a la certeza jurídica”, remarcó.
Antes del cierre de la acreditación el miércoles de esta semana, el TSE tenía registrados tres mil 111 observadores para la segunda fase y esperaba aun la posible incorporación de otros.
Las de este año tienen la mirada externa nacional e internacional más grande de la historia, expresó a fines de julio Palencia, quien recordó que en los comicios generales participaron más de seis mil.
Solo faltan dos días para un balotaje presidencial inédito entre Arévalo, del partido Movimiento Semilla; y Torres, de la Unidad Nacional de la Esperanza.
Guatemala vive momentos de tensión tras maniobras antidemocráticas del Ministerio Público en el intento de sacar de la carrera política a la primera fuerza, calificada de progresista y con una propuesta anticorrupción.
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