Una nota divulgada por Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general, António Guterres, asegura que más de 30 agencias de la ONU y organizaciones no gubernamentales trabajan para combatir los efectos de la desnutrición, una preocupación latente en regiones como Afar, Amhara, Oromia, Sidama y Tigray.
En junio y julio, más de 26 mil madres y niños recibieron apoyo nutricional en Amhara y el sur de Oromia, añade el comunicado.
Asimismo, alerta sobre la necesidad de ofrecer asistencia alimentaria oportuna, y el posicionamiento previo de medicamentos de emergencia y suministros médicos para las personas afectadas en esas regiones.
Más de 1,2 millones de niños sufren desnutrición aguda severa en ese país, según estadísticas de ONU.
Esa nación reportó hasta el 2 de este mes más de 16 mil 800 casos de cólera, incluidas 212 muertes relacionadas mientras que la malaria alcanzó al cierre de julio a 1,7 millones de personas.
Para enfrentar ambas enfermedades, la ONU concentra acciones en Oromia, Sidama, la Región Popular del Sur, entre otras.
Allí los trabajadores humanitarios proporcionan suministros médicos, apoyo logístico e impulsan esfuerzos de comunicación, de acuerdo con el portavoz.
Etiopía atravesó un conflicto que comenzó en 2020 en el norte entre las fuerzas del Gobierno y el Frente de Liberación del Pueblo de Tigray.
La nación aún siente las consecuencias de la guerra a pesar de que en noviembre de 2022 un acuerdo de paz negociado por la Unión Africana puso fin a la lucha entre las partes. gas/ebr