En todo el mundo, las personas y las comunidades, en particular las minorías, se enfrentan a la intolerancia, la discriminación y las amenazas a sus lugares de culto, sus medios de subsistencia e incluso a sus vidas, denunció el titular de Naciones Unidas.
Como respuesta a esta realidad, Guterres pidió el pronunciamiento de gobiernos, la comunidad y los líderes religiosos contra la incitación a este tipo de violencia.
Además, convocó a las empresas de tecnología interesadas en apoyar las iniciativas de ONU en el desarrollo de un Código de Conducta voluntario para la Integridad de la Información en las Plataformas Digitales, antes de la Cumbre del Futuro de 2024 para abordar en particular el discurso de intolerancia en internet.
El odio en los escenarios digitales resulta, a menudo, impulsor de ataques físicos violentos contra las minorías religiosas, adviritó en ese sentido.
“Juntos, honremos a las víctimas de la violencia esforzándonos por construir un mundo más inclusivo, respetuoso y pacífico, uno donde se celebre la diversidad”, agregó.
Un reciente comunicado emitido por expertos independientes del Consejo de Derechos Humanos de la ONU reconoce el “sufrimiento provocado por el desprecio y la violación de los derechos humanos, incluida la libertad de religión o de creencias”.
El mundo conmemora este año el 75 aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos con énfasis en el uso de la religión o creencia para fines incompatibles con la Carta de la ONU u otros instrumentos.
Esto, a juicio de los expertos “es improcedente y condenable”.
El Día Internacional de Conmemoración de las Víctimas de Actos de Violencia Basados en la Religión o las Creencias ofrece la oportunidad de visibilizar la violencia múltiple, diaria y atroz existe, y tratar de responder a sus causas profundas, con urgencia y con una determinación mucho mayor.
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