Así lo reiteró hoy la Secretaría de Economía que lleva ese proceso ante el mecanismo de solución de conflictos del acuerdo trilateral que incluye a Canadá, país que se sumó a las reclamaciones de Washington.
En su sitio web, la entidad recordó que, a mediados de febrero pasado, México accedió a modificar algunos de los alcances de un decreto más radical, en el cual prohibía cualquier uso de ese tipo de gramínea, incluido el forraje para animales y, por tanto, su importación para usos muy específicos.
Pero fue muy firme en mantener la prohibición del maíz transgénico para “alimentación humana, lo cual incluye su no uso en la elaboración de las famosas tortillas, alimento básico de la ciudadanía a todos los niveles sociales.
En tal sentido, la secretaria Raquel Buenrostro descartó de forma tajante que el panel obligue a México a modificar ese decreto para ingresar el permiso de uso del transgénico en los productos alimenticios para el ser humano
Explicó que el marco jurídico vigente no pone en riesgo las importaciones, con lo cual contrarrestó el argumento de Estados Unidos sobre el alcance de las medidas que limitan ese uso específico del maíz modificado, pero no sus ventas siempre que estas se enmarquen dentro del decreto.
En México se elaboran las tortillas con maíz blanco no transgénico, del que es autosuficiente, pero importa anualmente unos cinco mil millones de dólares a Estados Unidos, la mayor parte grano amarillo para alimento de ganado.
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