Mientras la violencia se dispara en el país con grupos armados que atacan barrios residenciales, lo cual obliga a los ciudadanos a huir de sus viviendas, la cartera de Justicia pidió una estrecha colaboración entre la Policía Nacional y la población para contrarrestar eficazmente la amenaza de los bandidos.
Según el organismo, dieron instrucciones claras a las fuerzas de seguridad para proteger a la población y mantener el compromiso activo en todos los frentes.
De igual manera, alentaron a los residentes a desempeñar un papel vital en el mantenimiento de la paz en los barrios, así como brindar información valiosa para ayudar a la Policía a tomar decisiones y elaborar estrategias adecuadas.
Denunciar a los delincuentes se presenta como un acto de deber cívico, de acuerdo con el artículo 52-1 de la vigente Constitución de la República, recordó el Ministerio.
El país caribeño sufre de un repunte de la violencia a manos de las pandillas que controlan gran parte de la capital y departamentos como Artibonite.
En las últimas semanas, los ataques de grupos armados contra Carrefour Feuilles, en la periferia de Puerto Príncipe, obligaron a más de cinco mil personas a abandonar sus viviendas y convertirse en refugiados internos.
Todo ello mientras más de 5,2 millones de personas sufren inseguridad alimentaria y la pobreza afecta a cerca de la mitad de la población.
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