Así lo informó el presidente Luis Lacalle Pou al anunciar el cese de la medida y de las prestaciones que estuvo otorgando el poder ejecutivo.
La inversión incluye 66 millones de litros de agua embotellada distribuida a grupos poblacionales vulnerables que sumaron más de medio millón de personas, incluidos jubilados y pensionados, entre otros.
También la renuncia fiscal que implicaron las exoneraciones impositivas para el agua embotellada, cuyo precio descendió en los comercios.
Lo invertido comprende además la obra de trasvase del río San José al Santa Lucía, cuya cuenca abastece a Montevideo y el área metropolitana, donde viven más del 50 por ciento de los uruguayos.
El mandatario destacó el proyecto Arazatí, que deberá garantizar el abastecimiento de agua potable con seguridad para el sistema metropolitano y que incluirá erogaciones por 200 millones de dólares.
La obra fue adjudicada hoy al consorcio Aguas de Montevideo, y su costo podría superar los 500 millones de dólares cuando se apruebe un plan previsto para el saneamiento de 60 localidades.
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