Funcionarios de la Organización Internacional para las Migraciones en este país africano señalaron que ya no pueden recibir a más migrantes, pues en sus instalaciones tienen a cerca de cinco mil personas que intentan volver a casa.
El cierre de fronteras y del espacio aéreo ha obligado a suspender temporalmente las repatriaciones, y sus centros actualmente se encuentran 14 por ciento por encima de su capacidad.
Níger es considerada una ruta importante para los africanos que intentan llegar a Libia y desde ahí cruzar el Mediterráneo hacia Europa, como para aquellos que vuelven a sus hogares con ayuda de Naciones Unidas.
Una junta militar denominada Consejo Nacional para la Salvaguardia de la Patria anunció el pasado día 26 de julio, a través de la televisión estatal, la destitución del presidente Mohamed Bazoum, la suspensión de las instituciones, el cierre de las fronteras y un toque de queda nocturno.
Níger es una de las naciones más pobres del mundo que sufre los efectos del cambio climático y una crisis alimentaria que afecta a millones de personas.
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