Un reciente informe del Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa) reconoció la importancia de respaldar iniciativas locales y líderes comunitarias que, a través de refugios y equipos de expertos jurídicos, psicológicos y de trabajo social, representan una salida al ciclo de violencia.
Las lluvias torrenciales e inundaciones causadas por el ciclón Yaku y el fenómeno meteorológico El Niño obligaron a más de 110 mil personas a abandonar sus hogares en Perú y dejaron a cientos de miles más con necesidad urgente de ayuda humanitaria.
Las mujeres desplazadas por las esos fenómenos en la nación sudamericana corren un alto riesgo de sufrir violencia y discriminación, reconoce el documento.
Solamente en Piura, región del noroeste de Perú, se documentaron dos mil 640 incidentes de violencia entre enero y abril de 2023, aproximadamente la mitad del número total registrado en 2022.
«Lamentablemente, las condiciones de crisis también dificultan el acceso de las supervivientes de la violencia a la atención y el apoyo que necesitan», reconoce Unfpa.
Desde abril de este año, el Fondo prestó apoyo a nueve refugios en todo el norte de Perú y a más de mil 500 mujeres afectadas por la crisis climática.
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