La disposición temporal fijó desde el 1 de mayo el sueldo mínimo, establecido por el Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, en mil 320 reales (unos 272 dólares).
En el Senado, la iniciativa no debe tener objeción para avanzar y luego ser sancionada por Lula antes del 28 de agosto, fecha en que termina el plazo de la medida provisional.
Tal cambio en el pago significa un aumento del 2,8 por ciento con respecto a la cantidad fijada en la administración de Jair Bolsonaro.
Igualmente, en la jornada de este miércoles, los diputados aprobaron que las personas que ganan hasta dos salarios mínimos no necesitan presentar declaración de renta. Actualmente el límite es de uno y medio.
De igual manera certificaron mantener exento de impuesto el rendimiento de dinero en cuentas bancarias de brasileños en el exterior.
En el caso del salario mínimo, el ponente, diputado Merlong Solano, incluyó en el texto la valoración permanente de la paga menor, en los moldes del modelo adoptado entre 2007 y 2019.
Además de la inflación acumulada del año anterior, el cálculo incluye el crecimiento del Producto Interior Bruto, garantizando que anualmente haya una valoración real del mínimo.
«Vamos a establecer una nueva regla de salario mínimo que teníamos en mi primer mandato (2003-2006)», afirmó Lula en febrero.
Para el fundador del Partido de los Trabajadores, acrecentar esa paga resulta un compromiso con el pueblo brasileño, al tener en cuenta las nuevas formas del mercado y la invariable transformación en las dinámicas de trabajo.
La promesa constituyó una de sus principales de campaña.
De acuerdo con el Departamento Intersindical de Estadística y Estudios Socioeconómicos, el salario mínimo necesario de una familia con cuatro personas para satisfacer necesidades básicas (alimentación, vivienda, vestido, educación, higiene, transporte, entretenimiento y seguridad social) debe ser de seis mil 641 reales (unos mil 368 dólares).
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