Más de 1,5 millones de menores necesitan intervenciones nutricionales que les salven la vida en los distritos afectados luego de que una oleada de inundaciones sin precedentes obligara a declarar el estado de emergencia nacional el pasado año.
Tras el llamado a apoyar la catástrofe, Unicef apenas reunió el 57 por ciento de los 173,5 millones de dólares que solicitó a los donantes para proporcionar apoyo vital a los niños.
Este sector vulnerable que vive en zonas afectadas por las inundaciones ha sufrido un año terrible, dijo el representante de Unicef en Pakistán, Abdullah Fadil, en una nota de prensa.
Los niños perdieron a sus seres queridos, sus hogares y escuelas, añadió.
A medida que regresan las lluvias monzónicas, el temor a otro desastre climático cobra gran importancia, advirtió el representante de Unicef
«Los esfuerzos de recuperación continúan, pero muchos siguen sin llegar y los niños de Pakistán corren el riesgo de ser olvidados”, dijo.
El pasado año las inundaciones dejaron bajo agua a un tercio del país y afectaron a 33 millones de personas, la mitad de las cuales eran niños, mientras la infraestructura vital resultó dañada o destruida, incluidas 30 mil escuelas, dos mil centros de salud y cuatro mil 300 sistemas de agua.
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