En efecto, en su declaración final, esos Estados abordaron prácticamente todos los reclamos del Sur global, en particular con unaconvocatoria a la promoción del multilateralismo inclusivo y la defensa del derecho internacional.
Reunidos en Johannesburgo desde el día 22, los cinco miembros de ese grupo fueron secundados por más de 60 dirigentes de varios países y organizaciones globales invitados a la XV Cumbre Brics, junto al Diálogo Brics Plus y el llamado Brics África Outreach.
También solicitaron una mayor representación de los mercados emergentes y en desarrollo en entes internacionales y foros multilaterales en los que desempeñan un papel importante.
Mediante el texto, los cinco Estados se pronunciaron, además, por una reforma integral de la Organización de las Naciones Unidas, incluido su Consejo de Seguridad, con miras a hacerlo más democrático, representativo, eficaz y eficiente.
Asimismo, abogaron por aumentar la presencia de los países en desarrollo entre los miembros del Consejo para que este pueda responder de un mejor modo a los desafíos globales prevalecientes, y apoyar las aspiraciones legítimas de las naciones emergentes y en desarrollo de África, Asia y América Latina.
Un importante llamado fue el de promover, cumplir y proteger los derechos humanos de manera no selectiva, no politizada, constructiva y sin dobles raseros.
Pero, sin duda, uno de los resultados de la Cumbre con posibles efectos a corto plazo y una magnitud difícil de predecir de momento, fue el hecho de que, a partir del 1 de enero de 2024, su membresía crecerátras la incorporación de Argentina, Egipto, Etiopía, Irán, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos.
Ello constituye un elemento a tener en cuenta, sobre todo porque, de las más de 20 naciones que habían solicitado de modo oficialsu afiliación a los Brics, la mayoría de las escogidas son grandes productoras de hidrocarburos.
A eso se une el llamado a fomentar el uso de monedas locales en el comercio internacional y las transacciones financieras entre los países delaasociación, así como en susactividadesen este ámbito con los socios, a saber, aquellos en desarrollo.
Como consecuencia de ambos elementos, de materializarse ese propósito, una parte considerable del volumen de los hidrocarburos en el mundo dejará de comercializarse en dólares estadounidenses para hacerlo en tales monedas.
Un efecto “colateral” de ello es que las políticas de sanciones económicas a la usanza de Washington pudieran perder buena parte de su efectividad, en favor de la soberanía de muchas naciones actualmente afectadas.
(Tomado de Orbe)