El anteproyecto fue elaborado por un comité de expertos nombrados a partes iguales en el Senado y la Cámara de Diputados y luego pasó a manos del Consejo para su redacción final.
En el proceso fueron incorporadas enmiendas, la mayor parte de ellas presentadas por la extrema derecha y los partidos conservadores, que podrían limitar garantías consagradas para la población, entre ellas la interrupción voluntaria del embarazo por tres causales.
Las mujeres pueden solicitar esta intervención cuando hayan sufrido una violación, el feto tenga malformaciones o si la gestación pone en peligro la vida de la madre.
Otra conquista afectada es el derecho a huelga de los trabajadores y también podría eliminarse la preeminencia de los acuerdos internacionales en materia de derechos humanos respecto a las leyes locales.
El ultraderechista Partido Republicano y sus aliados de la coalición Chile Seguro tienen mayoría absoluta y capacidad de veto en el seno del Consejo Constitucional.
El proceso de votación por comisiones está sujeto a varias normas, como priorizar las enmiendas destinadas a suprimir un texto original, continuar con las que adicionan contenido y dejar al final las iniciativas nuevas, es decir las no contenidas en el borrador.
Las reglas también establecen como quórum para la aprobación de las enmiendas el voto favorable de las tres quintas partes de cada equipo, o sea 7 sufragios cuando los miembros son 12, y 8 en los de 14 consejeros.
Durante la jornada de este lunes funcionarán las comisiones de Principios, Derechos Civiles y Políticos; la de Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales y de Sistema Político, Reforma Constitucional y Forma de Estado.
Una encuesta divulgada aquí la víspera señala que el 58 por ciento de los ciudadanos desconocen el trabajo del Consejo Constitucional, 42 de cada 100 afirmaron sentir cautela y escepticismo acerca del proyecto y apenas tres dijeron estar entusiasmados.
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